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Mientras en muchos países europeos la Inspección Técnica de Vehículos (ITV) para motocicletas es una norma establecida, en Portugal han decidido tomar un camino diferente. Tras más de una década de debates y protestas, el Parlamento portugués votó en contra de la implantación de la ITV para motos de más de 125 cc, una decisión que ha sido celebrada como una gran victoria por los motoristas del país.
El resultado de la votación, que tuvo lugar a finales de 2024, anuló la normativa que debía entrar en vigor el 1 de enero de 2025, evitando así que las motocicletas estuvieran obligadas a pasar inspecciones periódicas. Esta decisión convierte a Portugal en una excepción dentro de la Unión Europea, donde la tendencia es reforzar los controles técnicos de los vehículos para mejorar la seguridad vial.
El principal argumento de los opositores a la medida ha sido claro: las motocicletas no necesitan una inspección técnica obligatoria porque los fallos mecánicos no son una causa significativa de accidentes.
El Grupo Acção Motociclista (GAM), la mayor organización de motoristas en Portugal, lideró durante más de 12 años una intensa campaña de presión contra la imposición de la ITV. Sus miembros llevaron a cabo manifestaciones, enviaron información a los diputados y lograron que el gobierno realizara un análisis detallado de las causas de los accidentes de moto en el país.
El resultado de este estudio fue clave en la decisión parlamentaria: solo el 0,3% de los accidentes de moto en Portugal estaban relacionados con fallos técnicos. Es decir, la inmensa mayoría de los siniestros se debían a errores humanos, condiciones de la carretera o factores externos, y no al estado mecánico de las motos.
Con estos datos sobre la mesa, los diputados portugueses llegaron a la conclusión de que imponer la ITV no mejoraría la seguridad vial y, en cambio, supondría una carga económica innecesaria para los motoristas.
La decisión de Portugal va en dirección contraria a la de otros países europeos. En Francia, tras años de resistencia por parte de los motoristas, el gobierno finalmente instauró la ITV para motos en abril de 2024, argumentando la necesidad de reducir la siniestralidad y mejorar el impacto medioambiental.
Sin embargo, la postura portuguesa ha reabierto el debate en la Unión Europea. Desde España, algunos sectores han señalado que los datos lusos demuestran que la ITV para motos no es imprescindible y han sugerido que se realicen estudios similares en otros países.
A pesar de ello, en España la ITV sigue siendo un requisito obligatorio para las motocicletas de más de cuatro años de antigüedad, y no parece que su eliminación esté sobre la mesa.
El hecho de que Portugal haya descartado la ITV para motos no significa que haya abandonado la búsqueda de soluciones para reducir los accidentes. De hecho, el gobierno ya ha anunciado una serie de medidas alternativas para mejorar la seguridad vial de los motoristas. Entre ellas, se eliminarán las bandas rugosas en curvas, se reforzará el uso de materiales antideslizantes en el asfalto y se instalarán protecciones en las barreras de seguridad para evitar que los motoristas sufran lesiones graves en caso de accidente.
También se pondrán en marcha campañas en medios de comunicación para sensibilizar a todos los conductores sobre la vulnerabilidad de los motoristas en la carretera, mientras que en las autoescuelas se reforzará la educación vial para que los nuevos motociclistas adquieran mejores habilidades de conducción y seguridad.
Además, el gobierno ha prometido una mayor supervisión de las administraciones responsables del mantenimiento de las carreteras, con el objetivo de garantizar un mejor estado del asfalto y la señalización. Como medida adicional, a partir de 2026, se aplicará una reducción en la tasa de matriculación y circulación para las motocicletas, como incentivo para la movilidad en moto.
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Por ahora, la ITV para motos en España no está en entredicho. Desde su implantación en 1987, la inspección técnica ha sido defendida como un método eficaz para reducir accidentes y emisiones contaminantes. Sin embargo, el caso portugués ha reabierto el debate en algunos sectores del motociclismo español. Si en Portugal se ha demostrado que los fallos mecánicos tienen un impacto casi nulo en la siniestralidad, ¿realmente es necesaria la ITV en España?